Las dos líneas rojas nos dieron la sorpresa a tu mamá y a mí.
Llegarías en nueve meses. Y ahora estás aquí, tan linda, Lucía, a las tres de la mañana, sin planes de
volverte a dormir, devorando con tus ojos abiertotes este extraño mundo al que
has venido.
Llegas en nuevos tiempos. Llegas en buenos
tiempos, Lucía. A pesar del
pesimismo y las malas noticias que nos rodean, en realidad nunca ha estado mejor este
planeta Tierra donde hace pocas semanas empezaste a respirar. Llegas a un mundo
más seguro, más
sano, más próspero que el de mi generación, la de tus abuelos y los que
vinieron antes de ellos.
Cada día hay menos pobreza en el mundo, cada día más niños van a
aprender a la escuela en lugar de tener que trabajar, cada día las personas están
mejor alimentadas, viven más años, son más sanas. Gracias a hombres y mujeres
dedicados a la ciencia y la tecnología vivimos avances impresionantes que mejoran
nuestras vidas. En el mundo de hoy hay menos guerras, menos peligros, menos
dictaduras. Hay más libertad. Y
cada día, a pesar de algunos fanáticos que todavía andan por ahí, las personas
nos respetamos más, somos más tolerantes y celebramos más la diversidad.
Eso no quiere decir que todo esté perfecto y color rosa
como tus pijamas. Hay mucho por mejorar. Todavía falta mucho por hacer. Sobre
todo, en un país como el que te tocó nacer.
Tu país, Lucía, empieza a despertar como tú despiertas después de tu siesta:
confundida, llorando, con hambre. Y es que han sido varios años de vivir la
pesadilla de tener un gobierno y un presidente malo, malo, malo, como el peor
de los villanos de los cuentos que pronto conocerás. Tienes suerte, Lucía. Hace
diez años, cuando nació tu
hermana mayor, el país iniciaba esos tiempos oscuros, llenos de ogros y
monstruos. Tu hermano llegó cinco años después, en medio de gritos, insultos y
abusos. Ahora, tú has llegado en tiempos mejores, lejos todavía de ser ideales,
pero
tiempos de reconciliación, de menos monstruos, de nuevas oportunidades.
Has llegado también en tiempos nuevos y emocionantes para ser
mujer. Tiempos en los que con más fuerza que nunca las mujeres reclaman y ganan
el respeto y el lugar que merecen. Porque tú, Lucía, eres mujer. Bueno, por ahora eres una bebé.
Pero pronto serás una niña, crecerás y te convertirás en una mujer. Fuerte.
Independiente. Honesta. Valiente. Original. Inteligente. Creativa. Libre. Sin
límite a lo que puedas lograr.
Tendrás la ventaja de ser mujer en un mundo cada vez más respetuoso, más
tolerante, más inclusivo. Un mundo donde el ruido de los dogmas y fanatismos se
escuche cada vez menos. Pero deberás poner de tu parte para que ese mundo sea
posible. Respetando siempre a quien piensa distinto. Ganándote el respeto de los demás. Celebrando la
diversidad. Luchando por lo que crees. Contribuyendo con tu ejemplo a crear una
sociedad más justa, más abierta, más libre.
Te queremos tanto, Lucía. Nunca dejes de soñar, reír, vivir. Juega, imagina, canta in the sky with diamonds, tu canción. Explora, descubre, aprende. Sé una persona de bien. Empieza tu aventura de la vida. Tu historia, tu
mundo, tu tiempo.
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