Lenin habla
de amor y humor, pero en su campaña prefirió difundir odio y división. Lo del
humor es más bien su negocio, uno muy rentable.
Estos
últimos días de campaña circularon varios videos leninistas que destilaban
veneno verde flex. Escenas llenas de ese resentimiento que durante diez años ha
cultivado este Gobierno.
En un video
vemos a una pareja en el asiento trasero de su carro quejándose de no poder
comprar un auto deportivo por los altos aranceles. El chofer que los conduce
los mira por el retrovisor y piensa: “Es que ahora sí les toca cumplir con la
ley y pagar lo que corresponde, porque si no…”. En otro video, un grupo de
empresarios reclama por los altos impuestos y tener que pagar beneficios a sus
empleados. Y en otro, dos señoras lamentan no poder comprar ni un buen queso
extranjero. Dicen que a este paso tendrán que irse a vivir a Miami. Los
empleados que los escuchan se alegran de que ahora “les toca pagar lo que
corresponde”.
Estos
videos van más allá de ser simples piezas que piden el voto por Lenin Moreno.
Muestran un problema de fondo con el modelo correísta-leninista: su obsesión
por fomentar la división y conflicto entre ecuatorianos, creer que los pobres
están mejor cuando se hunde a los empresarios, pensar que los impuestos solo
afectan a los que más ganan.
Lenin no
entiende que los aranceles a los vehículos no afectan realmente a esa pareja
que quiere un nuevo deportivo. Afecta al padre de familia de clase media que no
puede comprar su primer auto. Afecta los puestos de trabajo que se perdieron en
el sector automotor. No entiende que a quien más lastiman los altos impuestos,
aranceles y trabas no es al empresario, sino a los empleados que pierden su
trabajo cuando la empresa deja de ser rentable. No entiende que los más pobres
solo saldrán adelante con un trabajo. Y ese trabajo no llegará espantando a
inversionistas y empresarios. No ve que por culpa del modelo correísta hoy son
más, muchísimos más, los que han pasado de un empleo formal, con sueldo fijo y
beneficios, al desempleo y la informalidad.
El
verdadero empresario está pensando en buscar nuevas formas de producir y
vender, ser más competitivo, resolver problemas, contratar gente valiosa. Solo
espera que el Gobierno le permita trabajar, con reglas claras y estabilidad.
Nada más. Los personajes arrogantes y ofensivos de estos videos parecen más
bien estar inspirados en ciertos funcionarios y nuevos ricos de este Gobierno.
Hoy es un
día diferente para el país. Escribo esto sin conocer los resultados de la
votación de ayer. Espero que estemos celebrando el inicio de la segunda vuelta
y la posibilidad de dejar esta década perdida atrás. De lo que estoy seguro es
de que ayer fueron más los que votaron contra este Gobierno. Que la mayoría
quiere un cambio. Un cambio hacia un país donde todos trabajemos unidos para
salir adelante. No este país envenenado de odios, divisiones y resentimientos.
Que no nos
vengan a hablar de esperanza, amor y humor mientras fomentan lo contrario. Que
quede atrás ese país dividido. Que venga sí o sí un cambio.