Antes
de que el Gobierno se apropie de la frase “prohibido olvidar”, me adelanto y la
utilizo aquí como título para que no olvidemos lo que estamos viviendo. No pasa
de ser otra anécdota absurda esto de querer registrar la frase “prohibido
olvidar” y términos como “30S”, como quien registra el nombre de su restaurante
o un eslogan publicitario. Cosas que solo se dan en este gobierno de la
propaganda en el que la imagen manda.
Pero esta anécdota que ha dejado en ridículo a los funcionarios de la propaganda, es un paso más en la construcción de un Gobierno producido para la televisión. Y preocupa el legado que deja para futuros gobiernos y políticos.
El enorme gasto en publicidad, cadenas y campaña permanente le ha servido al Gobierno para callar y desprestigiar a opositores y mantener su popularidad. Ha marcado lo que muchos ven como un nuevo estándar en la comunicación política si se pretende conservar altos índices de popularidad. Y ahí está el problema: que futuros políticos recurran a la misma medida de propaganda abusiva y despilfarradora como herramienta para conservar su poder. Es cierto que este Gobierno ha hecho un buen trabajo en la comunicación al unificar mensajes e imagen de ministerios e instituciones públicas, presentándonos una sola voz. Pero este acierto se pierde frente al ruido de ataques y gritos pautados en horario estelar.
Parece que existe una relación directa entre la presencia de propaganda de un Gobierno y el control (abusivo muchas veces) que este ejerce sobre la sociedad. Basta darse una vuelta por países civilizados. Difícil imaginar una valla junto a una carretera que diga que esta fue construida por Obama o Sarkozy. O encender la televisión en Inglaterra y encontrarnos con publicidad que nos repita mil veces las obras del Gobierno, o lo maravilloso que es su primer ministro, o lo malvada que es la oposición. Simplemente no sucede. El gobierno respeta los espacios privados de los ciudadanos.
Pero acá, en estos y otros barrios caudillistas, no pasan unos minutos sin que uno se cruce con algún mensaje oficial. Hemos pasado del letrero que nos decía que esta es otra obra de tal político, a la saturación de cada espacio en nuestras vidas con campañas publicitarias del Gobierno, que en muchos casos manipulan la verdad o se dedican a atacar a quien piensa distinto.
Los próximos gobiernos tendrán que luchar contra la tentación de repetir esta mala práctica instalada por el actual Gobierno. Ese éxito en comunicación del que tanto se habla, ha tenido un costo demasiado alto para nuestra libertad y nuestro elemental derecho a vivir sin que el Gobierno invada nuestro tiempo y nuestro espacio.
La manipulación mediática del 30 de septiembre, esa fecha de violencia y muerte que han querido transformar en una falsa gesta heroica del presidente, y cuyo nombre hasta pretenden registrar, es uno de los ejemplos más claros de lo bajo que se puede caer por producir y vender una historia oficial que les haga ganar puntos de popularidad.
El legado de abuso mediático que deja el correísmo es todo menos un ejemplo a imitar por futuros gobiernos.
4 comentarios:
exelente! Saludos!
Efectivamente, una de las formas de esclavitud en los tiempos modernos es la masiva publicidad que golpea a los ecuatorianos, sin que el gobierno respete los espacios de descanso a los que tenemos derechos.
Este Gobierno que no tiene nada de revolucionario, y si mucho de neoliberalismo, tendrá que terminar muy pronto por la decisión de los ecuatorianos en la proximas elecciones, confio que asi será, de lo contrario encomendemos nuestras esperanzas a Dios, para que este pais no se convierta en otra Cuba.
exelente!! KUDOS!
"Este Gobierno que no tiene nada de revolucionario, y si mucho de neoliberalismo"...
" para que este pais no se convierta en otra Cuba"...
O sea, ¿Cuba es neoliberal? Por favor... creo que sí podemos ser críticos sin necesidad de usar esas palabras-paraguas. Este gobierno ES revolucionario, y pese a / debido a ello hay MUCHO que criticar. NO ES NECESARIO decir que no es revolucionario y que es neoliberal para poder criticarlo, ¡salgamos de esos esquemas mentales!
Lindo sería...
Publicar un comentario