Mientras
la burocracia venezolana celebra su “chavidad” gracias a la bonificación
navideña que Hugo Chávez repartirá a sus funcionarios con plata de todos los
venezolanos, por acá no nos quedamos atrás. Nuestro director del SRI se ha
disfrazado de Papá Noel con gorrito de Robin Hood para tomar nuestro dinero con
nuevos impuestos y meterlo en el saco sin fondo de este pobre Gobierno. Así,
Correa y compañía podrán crear más puestos públicos, realizar más obras que
ganen votos y seguir derrochando nuestra plata; por ejemplo, engañando y
atacando en infinitas cadenas nacionales.
Este Gobierno es muy exitoso en su política de desempleo cero para los amigos del poder. Si es necesario, hasta se inventan el cargo y el Ministerio. Nuestro exministro de Economía y Finanzas, exministro del fugaz Ministerio del Litoral, exministro de Coordinación Política y futuro exministro de Relaciones Exteriores sirve de ejemplo.
La posesión de los “nuevos” y reciclados ministros de Correa nos recordó la cantidad de redundantes ministerios y oficinas en los que se derrocha nuestra plata. Ministerios Coordinadores, Secretarías como las del Agua y el Migrante, y una cuyo nombre hubiera envidiado el mismísimo Cantinflas, la Comisión Técnica Presidencial de la Nueva Arquitectura Financiera Internacional. No sabemos con qué se come eso. Lo que sí sabemos es que cada día nuestra burocracia come más y mejor, y con esa barriga llena y satisfecha ¡cómo no votar por la continuidad de esta falsa revolución!
Pero si uno va a ocupar un puesto por encargo del Gobierno, lo mejor es estar en una de las empresas incautadas o “empresas privadas comerciales en manos del Estado”. Ahí sí los sueldos y bonificaciones se ponen buenos.
Para el 2012, el Gobierno planea gastar más de 7.500 millones de dólares en los sueldos de nuestros cerca de 500 mil funcionarios públicos; o sea, mil millones más que lo presupuestado este año. Según diario Hoy, solo en viáticos se han presupuestado más de 126 millones para el 2012, más del triple que los 40 millones del 2011.
Necesitamos empleados públicos. Necesitamos invertir en ellos. De hecho, este Gobierno ha generado un cambio positivo en la atención al usuario en varias instituciones públicas. El perfil del funcionario público ha cambiado positivamente con la contratación de jóvenes profesionales. Pero estos cambios no justifican el desproporcionado gasto público y aumento de funcionarios e instituciones que hoy soportamos.
Carlos Marx dijo en una reciente entrevista que deberíamos comparar nuestra carga tributaria en Ecuador “con la presión fiscal de los países de Europa del norte que llegan al 40%”. Pero Marx sabe que antes deberíamos comparar las abismales diferencias en calidad y eficiencia del gasto público y los servicios en salud, educación, seguridad y más entre esos países y el nuestro.
Se trata de ser eficientes. No de llenarnos de instituciones y cargos que no necesitamos. El éxito del Estado no se mide por su presencia en cada espacio de nuestras vidas o por las campañas publicitarias de sus ministerios y secretarías. Todo lo contrario. Mientras menos tengamos que lidiar con trámites y oficinas públicas, mejor.
La chavidad no se quedó en Venezuela. Llegó a Ecuador con otro empaque.
1 comentario:
Sólo una duda... ¿"fugaz" Ministerio del Litoral? Tenía la idea de que seguía en pie (que sí, parece que fue creado por conveniencia), así que no sé si sea fugaz como dices. En lo demás estamos de acuerdo.
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