¿Qué diría el boy scout de ayer si hoy pudiera verse con la banda presidencial? ¿Estaría orgulloso de la persona en la que se convirtió? ¿Apoyaría su actitud y sus acciones? ¿Saldría con banderas verdes a escuchar sus discursos? ¿O sentiría vergüenza, al verse insultando, humillando, abusando de su poder?
¿Qué diría el joven e idealista estudiante de economía, el dirigente universitario que daba sus primeros pasos políticos en Guayaquil? ¿Aplaudiría su gestión económica? ¿Se apuntaría para ser parte de su equipo? ¿O criticaría el despilfarro, el exagerado gasto público, el crecimiento de la burocracia y de ministerios inservibles, la falta de apertura al mundo, los decretos de emergencia, la dependencia en carísimos préstamos chinos, la ausencia de estímulos, estabilidad y garantías para atraer la inversión privada?
¿Qué diría el Rasca Bonito de Zumbahua, que convivió con los indígenas y sintió de cerca sus necesidades y su dolor, al verse rechazado por ese mismo movimiento indígena? ¿Se reconocería a sí mismo arremetiendo contra ellos?
¿Qué diría el estudiante que respiró aires libres gringos y europeos, que pudo vivir de cerca la libertad y desarrollo del Primer Mundo? ¿Se sentiría un mandatario democrático? ¿O criticaría su estilo caudillista, con un Gobierno donde todo empieza y termina en su poder personal, tan alejado del balance de poderes de países desarrollados? ¿Rechazaría el abuso de recursos públicos y la manipulación mediática con tantas tercermundistas cadenas nacionales?
¿Qué diría el académico, el profesor universitario, al verse dando clases públicas de economía, estancado en la teoría, mientras en cuatro años se han detenido las inversiones y ha aumentado la dependencia del país en el gasto público? ¿Se pondría de ejemplo a sus alumnos?
¿Qué diría el forajido que gritaba en las calles pidiendo la salida de Gutiérrez? ¿Aprobaría su actual control y poder sobre todos los poderes del Estado, la falta de fiscalización, el reciclaje de funcionarios cuestionados, la ausencia de división de poderes? ¿O saldría nuevamente a las calles a reclamar contra este Gobierno, contra los ataques a la libertad, contra la metida de manos en la justicia, contra los jueces que se arrodillan ante el poder, contra la intimidación como práctica cotidiana?
¿Qué diría el candidato que se paseó por los medios de comunicación recibiendo siempre un micrófono abierto y el apoyo de periodistas independientes para enviar su mensaje? ¿Apoyaría el control, la intimidación, los ataques y la censura a la prensa? ¿O se avergonzaría de la salida de tantos periodistas por su presión? ¿Rechazaría, al igual que todos los organismos internacionales, que todos los medios a nivel mundial, que todos los abogados que sí saben de leyes, y que toda la sociedad, el abusivo juicio contra este Diario? ¿Se avergonzaría del ridículo internacional?
¿Qué dirían todos ellos del precio puesto a su honra, de los 600 mil que guardó, de los 80 millones que pretende ahora? ¿Qué dirían de ese hombre que no tiene problema en meter en la cárcel a padres de familia, esposos, hermanos por unas palabras en un papel?
¿Y qué dirá el futuro expresidente desde alguna universidad europea? ¿Se sentirá orgulloso al mirar atrás? ¿O sentirá vergüenza y finalmente se arrepentirá?
2 comentarios:
Excelente comentario desde diferentes epocas, ojala no se arrepienta en las frias aulas de alguna universidad europea.....
"Nadie abandona el cargo de presidente con el mismo prestigio y respeto que le llevo ahí" - Thomas Jefferson. Político Estadounidense
"La dignidad del hombre requiere que obre según su libre elección, sin ninguna coacción externa" - Pablo VI. Papa de la iglesia católica
"La indignación moral es la estrategia tipo para dotar al idiota de dignidad." - Herbert Marshall McLuhan. Comunicólogo canadiense
"El camino del exceso lleva al palacio de la sabiduría" - William Blake. Poeta y pintor inglés
"Ningún camino de flores conduce a la gloria" - Jean de la Fontaine. Escritor francés
Publicar un comentario