jueves, junio 16, 2011

Robo a domicilio


Rafael Correa critica el consumo eléctrico del periodista Alfredo Pinoargote. Lo ataca mostrando su planilla de luz al país entero. “¿Qué tendrá este señor, hidromasaje?”, pregunta a su público del sábado.

Según las mentes socialistas del siglo XXI es casi un crimen utilizar más electricidad que el promedio. Es una ofensa tener dinero y gastarlo. Salvo, claro está, que quien lo tenga y lo gaste sea el Gobierno. Parecería que lo ideal, según este Gobierno, es ser pobre. Total, son los más pobres quienes votaron mayoritariamente por el SÍ en la consulta, como lo indicó Correa hace poco.

El Gobierno habla de quitar subsidios al consumo eléctrico. Si de quitar subsidios se tratara tiene todo mi apoyo. Ya es tiempo de quitar los subsidios a la gasolina, al gas, a la electricidad, obviamente de manera focalizada para no afectar a los más pobres.

Pero lo que están haciendo con la electricidad no es quitar un subsidio. Es un castigo al consumo. Es un asalto a las familias. Es un impuesto más que pretenden clavarnos para financiar sus infinitos gastos e ineficiencias. Es otra acción improvisada y apurada del Gobierno para reunir más plata, ante su incapacidad para generar las condiciones que creen empleos nuevos, atraigan inversiones y crecimiento y, ahí sí, mayores ingresos para el Estado vía impuestos regulares.

Me impresiona lo improvisado que es este Gobierno después de cuatro años en el poder. Tanta Senplades, tanto ministerio nuevo, tanta secretaría, y al final todo parece decidirse a última hora según el estado de ánimo de Correa.

Hace no mucho armó medio escándalo por los calefones a gas. Dijo que los prohibiría. Ahí quedó. Hace no mucho incentivaron la compra de vehículos híbridos. Las calles y el ambiente se beneficiaron. Pero ahora los castigarán con más impuestos. Gobierno de la improvisación.

Ahora nos hablan de impuestos ‘verdes’, dan marcha atrás parcialmente, y al final aceptan que en realidad no son tan verdes. No pueden esconder lo obvio: el impuesto es verde, pero no verde campo o naturaleza. Es verde PAIS. Verde billete.

Dicen que los recursos de estos impuestos no irán al gasto corriente. Que la plata irá a la salud. No les creo. Si un alcohólico te pide plata, aunque te jure que la utilizará legítimamente, seguramente la gastará en la licorería de la esquina. Este Gobierno es adicto al gasto. Adicto a la burocracia y el despilfarro. Ahí se irá la plata.

Nos meten la mano en el bolsillo para mantener su estilo de vida. El Gobierno que más plata tiene es el que más nos la quita. No pueden ni saben disminuir su enorme gasto. No pueden dejar sus carros con chofer, sus cadenas nacionales, su infinita publicidad, sus empresas públicas ineficientes, sus diarios quebrados, sus nuevos edificios, sus eventos millonarios, sus contratos a dedo, sus ministerios inútiles, sus burócratas y funcionarios reciclados y multiplicados.

Minimizan el costo político de sus decisiones cargándosele a los que seguramente ya son sus opositores. Lo que importa es mantener los votos de la mayoría con dádivas populistas.

El Gobierno nos roba a domicilio. Y nos estamos dejando asaltar para evitar que dispare.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De acuerdo con lo que dices. Los impuestos son verde PAIS, por algo no se atreve a quitar subsidios al gas o la gasolina. Populismo puro.

Anónimo dijo...

Es que ya hubo un claro ejemplo de que pasaría si toca el GAS. Pero lo que yo pienso es que todo tiene fin. Solo espero que el país no quede tan fraccionado como esta ahora.