jueves, diciembre 30, 2010
Monigotes ausentes
Nuestros asambleístas celebran el fin de año repartiéndose algunos milloncitos. Linda Asamblea. Las diferencias políticas o ideológicas desaparecen cuando se trata de conseguir beneficios propios. Sociedad Patriótica, socialcristianos y Alianza PAIS cierran el año con un gran abrazo de autosolidaridad.
¿Quién dijo que las mañas de la partidocracia quedaron atrás? ¡Qué importa que ningún partido, salvo el MPD, tenga acceso a estos recursos públicos por no haberse reinscrito ante el Consejo Nacional Electoral! ¡Qué importa que Alianza PAIS, por decisión propia y para evitarse la fatiga de elecciones internas y otros requisitos, haya decidido ser movimiento y no partido político, lo que implicaba no tener financiamiento del Estado! No hay problema. Simplemente se cambia un artículo para que los fondos sean para las “organizaciones políticas” en lugar de los “partidos políticos”, y listo. Que venga esa plata. Nuestros impuestos al bolsillo de los políticos.
Esto solo aumenta esa sensación de que aquí cada día trabajamos más para mantener a políticos y burócratas. ¿Cuántos de los más de siete mil millones de dólares que este año hemos pagado con nuestro IVA, impuesto a la renta y otros impuestos terminan en más burocracia, carros nuevos con chofer, viajes, viáticos y nuevas oficinas para unos cuantos privilegiados del sector público?
Al final del día, quienes ocupan cargos públicos o políticos no son distintos al resto. Buscan lo mismo: bienestar para su familia, casa propia, mejor carro, mejor educación para sus hijos, más viajes, mejor atención médica, mejor ropa. En fin, más plata. La diferencia es que el sector privado para ganar más debe trabajar, producir y competir más. El sector público, en cambio, aumenta sus ingresos con más impuestos, amarres y despilfarro.
En el año que comienza, sería bueno ver estos acuerdos entre opositores en la Asamblea para apoyar temas que nos beneficien a los ecuatorianos, no solo a ellos mismos. Y para oponerse a propuestas del Ejecutivo que impliquen más despilfarro, más imposición del Estado y menos libertad.
Los monigotes que hoy vemos en las calles son el mejor reconocimiento popular a la relevancia que una persona tuvo durante el año. Por lo bueno o por lo malo. Ahí comparten vereda Correa, Nebot, y personajes del fútbol, cine y televisión. Pero no vemos monigotes de asambleístas. Salvo el Corcho Cordero, que aparece poco. La Asamblea no fue relevante. No cumplió su papel. Se convirtió en un títere del Ejecutivo.
La decisión de volver relevante a la Asamblea está, sobre todo, en los miembros de Alianza PAIS. La oposición puede hablar, debatir y tratar de influir. Pero sus votos no pesan. La responsabilidad está en aquellos asambleístas de Alianza PAIS, con responsabilidad, independencia y personalidad, para no dejarse manipular ni consolidar el proyecto autoritario y estatista de Correa.
Hoy esos asambleístas cierran el año jugando un triste papel, repartiéndose nuestra plata a base de politiquería. Su actitud y firmeza en el 2011 serán decisivas para el país, para frenar abusos, para dejar claro que aquí sí existe un balance de poder.
Tal vez el próximo año veamos monigotes de María Paula Romo y algunos de sus colegas. De ellos depende ser relevantes para el país.
jueves, diciembre 23, 2010
Una Navidad menos libre
Esta Navidad nos llega con menos libertad para los latinoamericanos, cortesía del totalitarismo del Siglo XXI.
En Venezuela, Chávez dejó de ser oficialmente su Presidente. Es ahora su dictador. Sus alzamanos en la Asamblea le han dado todo el poder para hacer y deshacer el país como quiera. Durante 18 meses podrá legislar por decreto para avanzar aún más en la cubanización y hundimiento de Venezuela.
¿Escucharemos a algún asambleísta de Alianza PAIS o miembro de nuestro Gobierno denunciar este abuso venezolano? ¿O estarán tomando nota y aprendiendo los pasos para tener aún más control?
Casi al mismo tiempo que le dan todo el poder a Chávez, la Asamblea venezolana aprueba la ley de medios que restringe aún más la libertad de expresión. Han llegado al extremo de querer controlar lo que se dice por internet. Entre las restricciones impuestas en Venezuela, no se podrá emitir mensajes por internet que inciten a la intolerancia política, alteren el orden público, o irrespeten a los funcionarios públicos. Cualquier comentario que el gobierno venezolano considere ofensivo o peligroso podrá meter en problemas a su autor. Los diálogos en Twitter o Facebook, los comentarios en un blog, las opiniones sobre un artículo o un video estarán bajo la lupa chavista.
Para evitar que se den este tipo de opiniones o comentarios “ofensivos”, la nueva ley venezolana indica que los proveedores de internet deberán establecer mecanismos que permitan restringir la difusión de estos mensajes. Equivale a exigir a los bares y restaurantes que regulen las conversaciones y opiniones que emitan sus clientes. Así de grande es el abuso y la estupidez.
Nuestros asambleístas con vocación de censores deben estar babeando de la envidia frente a lo que hacen sus colegas en Venezuela. ¿Estarán maquinando cómo incluir algo similar en nuestra ley de comunicación, cuyo debate retomarán en enero?
Pero en Ecuador no nos quedamos atrás. Incluso a veces vamos más rápido. El Gobierno ecuatoriano también tenía su sorpresa navideña especial para el periodismo. No bastaron los ataques, las cadenas nacionales interrumpiendo programas, las presiones para sacar del aire a periodistas y las amenazas. Esta vez, sin necesidad de ley habilitante ni nueva ley de comunicación, la policía allanó las oficinas y se llevó las computadoras de esa revista que tanto incomodaba al poder. Cualquier excusa vale. Pudo ser el arriendo o cualquier otra cosa. Cuando se controlan todos los poderes no hay miedo.
Así nos van intimidando. Así nos van callando. Así van quitando nuestra libertad. Sacaron del aire a los pocos periodistas que hacían las preguntas difíciles al Gobierno. Convirtieron los canales expropiados en megáfonos de Carondelet, faltando a su compromiso de venderlos. Para rematar esta Navidad menos libre, Teleamazonas anuncia que ya no tendrá programas de opinión. El Gobierno se acerca a su meta de controlar toda la información.
Ojalá Papá Noel nos regale muchas computadoras, suscripciones a internet, y a revistas y diarios independientes. Solo desde ahí podemos ahora ejercer nuestra libertad, decir lo que pensamos, cuestionar al poder, multiplicar mensajes, ideas y opiniones. Enfrentar estas amenazas que nos llegan en Navidad. Luchar para no llegar a lo que vive Venezuela, para proteger nuestra libertad.
jueves, diciembre 16, 2010
Caretucos
El Gobierno no descansa en su descarada manipulación mediática. Continúa el bombardeo publicitario para atacar, desprestigiar y dividir. La semana pasada me crucé con un comercial del que estarían orgullosos los personajes de Robert de Niro y Dustin Hoffman en Wag the Dog, película que el equipo de comunicación de este Gobierno debe admirar mucho.
El Gobierno continúa su campaña para convencer a los ecuatorianos que lo del 30 de septiembre fue un golpe de Estado. Mientras más insiste, evidencia aún más la debilidad de su tesis.
El comercial nos muestra a dos señoras y un tendero comentando una cadena nacional del Gobierno que ven en el televisor de una tienda. Los personajes repiten y afirman lo que dice la cadena: que el 30 de septiembre hubo golpe de Estado. Que quienes lo niegan son los mismos “de la argolla de siempre, los de Sociedad Patriótica, y todos los amigos del Vera”. Y que “hay que ser caretuco para decir que no hubo intento de golpe”.
Sencillo mensaje. El que no piensa como el Presidente es un “caretuco”.
Sacan de contexto unas declaraciones de Gutiérrez en un evento académico en Miami, para que una de las señoras concluya que Lucio “quería desaparecer a mi Presi”. Lo mismo hacen con unas declaraciones de Carlos Vera. El Gobierno ataca y desprestigia a alguien que busca de frente, sin esconderse y siguiendo la ley, la revocatoria del mandato de Correa, como lo permite su propia Constitución.
Nunca antes tanta plata de los ecuatorianos se había despilfarrado para manipular y atacar públicamente a los mismos ecuatorianos. Ante el abuso mediático de este Gobierno, futuras autoridades y políticos deberán analizar la prohibición de publicidad con fondos públicos que no sea para fines estrictamente informativos y en casos excepcionales. Continúan interrogantes de fondo sobre el 30 de septiembre: el origen de la bala que mató a Froilán Jiménez, las versiones contradictorias entre policías y militares, el ataque al hospital. Pero el Gobierno lo cubre todo invadiendo las televisiones de los ecuatorianos.
Hace poco Paco Moncayo lo dijo claro. Dijo que la historia mostrará que esto del golpe de Estado fue “una enorme mentira”. “Lo que pasó este 30 de septiembre es un manejo absolutamente… improvisado, fruto de la falta de serenidad y tranquilidad del Mandatario para poder gestionar una crisis. Todos los países e instituciones enfrentan crisis, y en gran medida usted puede calificar a las personas en cómo enfrentan las crisis…”.
Los momentos de crisis pueden definir a una persona. Ahí se ve la verdadera capacidad de liderazgo y acción. La crisis de Nueva Orleans en Estados Unidos evidenció con más claridad la falta de capacidad de Bush. De igual forma, la crisis de los policías el 30 de septiembre demostró la incapacidad e irresponsabilidad de este Gobierno para solucionar un problema, y su oportunismo político al tergiversar los hechos.
Al final del comercial, el tendero mira a la cámara y dice “los ecuatorianos somos buenos, no tontos”. En eso estoy de acuerdo. Tal vez toda esta publicidad logre engañar y convencer a muchos durante un tiempo. Pero poco a poco irán despertando y viendo la realidad. Ya lo dijo la señora, hay que ser caretuco.
El Gobierno continúa su campaña para convencer a los ecuatorianos que lo del 30 de septiembre fue un golpe de Estado. Mientras más insiste, evidencia aún más la debilidad de su tesis.
El comercial nos muestra a dos señoras y un tendero comentando una cadena nacional del Gobierno que ven en el televisor de una tienda. Los personajes repiten y afirman lo que dice la cadena: que el 30 de septiembre hubo golpe de Estado. Que quienes lo niegan son los mismos “de la argolla de siempre, los de Sociedad Patriótica, y todos los amigos del Vera”. Y que “hay que ser caretuco para decir que no hubo intento de golpe”.
Sencillo mensaje. El que no piensa como el Presidente es un “caretuco”.
Sacan de contexto unas declaraciones de Gutiérrez en un evento académico en Miami, para que una de las señoras concluya que Lucio “quería desaparecer a mi Presi”. Lo mismo hacen con unas declaraciones de Carlos Vera. El Gobierno ataca y desprestigia a alguien que busca de frente, sin esconderse y siguiendo la ley, la revocatoria del mandato de Correa, como lo permite su propia Constitución.
Nunca antes tanta plata de los ecuatorianos se había despilfarrado para manipular y atacar públicamente a los mismos ecuatorianos. Ante el abuso mediático de este Gobierno, futuras autoridades y políticos deberán analizar la prohibición de publicidad con fondos públicos que no sea para fines estrictamente informativos y en casos excepcionales. Continúan interrogantes de fondo sobre el 30 de septiembre: el origen de la bala que mató a Froilán Jiménez, las versiones contradictorias entre policías y militares, el ataque al hospital. Pero el Gobierno lo cubre todo invadiendo las televisiones de los ecuatorianos.
Hace poco Paco Moncayo lo dijo claro. Dijo que la historia mostrará que esto del golpe de Estado fue “una enorme mentira”. “Lo que pasó este 30 de septiembre es un manejo absolutamente… improvisado, fruto de la falta de serenidad y tranquilidad del Mandatario para poder gestionar una crisis. Todos los países e instituciones enfrentan crisis, y en gran medida usted puede calificar a las personas en cómo enfrentan las crisis…”.
Los momentos de crisis pueden definir a una persona. Ahí se ve la verdadera capacidad de liderazgo y acción. La crisis de Nueva Orleans en Estados Unidos evidenció con más claridad la falta de capacidad de Bush. De igual forma, la crisis de los policías el 30 de septiembre demostró la incapacidad e irresponsabilidad de este Gobierno para solucionar un problema, y su oportunismo político al tergiversar los hechos.
Al final del comercial, el tendero mira a la cámara y dice “los ecuatorianos somos buenos, no tontos”. En eso estoy de acuerdo. Tal vez toda esta publicidad logre engañar y convencer a muchos durante un tiempo. Pero poco a poco irán despertando y viendo la realidad. Ya lo dijo la señora, hay que ser caretuco.
jueves, diciembre 09, 2010
¿Qué pasa, USA?
Cuando estudiaba en la universidad en Estados Unidos, siempre llamó mi atención el total respeto a la libertad de expresión y a la crítica que ahí se practicaba. El diario universitario, a pesar de ser financiado por la misma universidad, se manejaba como un ente totalmente independiente, libre de cualquier injerencia o control de las autoridades universitarias.
En varias ocasiones, desde el diario los estudiantes criticaban duramente las decisiones y políticas del presidente de la universidad o sus administradores. Esas críticas jamás pusieron en riesgo al diario o a sus periodistas.
Ese es el Estados Unidos que respeto. Una sociedad acostumbrada a ser tolerante, abierta, democrática. Ahora, mientras veo que arrestan en Londres a Julian Assange, fundador de Wikileaks, me pregunto ¿qué pasa con Estados Unidos? ¿En qué momento la principal democracia del mundo se convirtió en algo más parecido a China, persiguiendo a los críticos del Gobierno? ¿Dónde quedó esa tradición liberal, abierta y pluralista?
Las autoridades que arrestaron a Assange aseguran que no ha existido presión política y que la detención está relacionada únicamente a sus cargos de acoso sexual y violación. Difícil de creer. Dudo que Assange estuviese detenido sin la presión de poderosos intereses gringos.
El gobierno de Bush lastimó mucho la imagen de Estados Unidos. Dio la excusa perfecta para que gobiernos populistas y autoritarios en nuestra región ganen simpatía y votos alimentados por el sentimiento antiyanqui. Obama cambió esa imagen. Contagió al mundo con la idea del cambio. Pero hoy, Obama, Hillary Clinton y su equipo se han convertido en aquello que tanto critican a otros países: un gobierno que busca limitar la libertad de expresión.
Es verdad que Estados Unidos acusaría a Assange de espionaje, algo bastante más grave que publicar un reportaje crítico. Sin embargo, los periodistas que revelan secretos están protegidos por la primera enmienda que prohíbe coartar la libertad de expresión y prensa. ¿No es acaso Assange una nueva clase de periodista?
Con su postura frente al fundador de Wikileaks, en lugar de servir de ejemplo en tolerancia y libertad de expresión, el Gobierno de Estados Unidos apoya implícitamente los controles contra periodistas y medios de nuestros gobiernos autoritarios. Mal precedente contra nuestra libertad.
Mientras Assange era arrestado por orden de la fiscalía sueca, algo más positivo ocurría en la misma Suecia. Mario Vargas Llosa daba su discurso por el Premio Nobel de Literatura. En él, reiteró su apoyo hacia los sistemas democráticos y liberales. Dijo que en la mayoría de nuestros países “mal que mal, la democracia está funcionando… y, por primera vez en nuestra historia, tenemos una izquierda y una derecha que, como en Brasil, Chile, Uruguay, Perú, Colombia, República Dominicana, México y casi todo Centroamérica, respetan la legalidad, la libertad de crítica, las elecciones y la renovación en el poder”.
Ese respeto a la legalidad y la libertad de crítica, que poco a poco se consolida en algunos de nuestros países (Vargas Llosa no nombró a Ecuador), debería ser un hecho incuestionable en sociedades y gobiernos avanzados como el de Estados Unidos. Pero con el acoso a Assange ya ni de eso estamos seguros. ¿Qué país dará ahora el buen ejemplo?
jueves, diciembre 02, 2010
La venida de Julian
Ya me estaba emocionando con la invitación del Gobierno ecuatoriano a Julian Assange, fundador y editor de Wikileaks. “Estamos abiertos a darle la residencia de Ecuador, sin ningún tipo de problema, sin ningún tipo de condicionamiento”, dijo el vicecanciller Kintto Lucas. El boletín de prensa de Cancillería indica además que Assange podría “realizar un trabajo investigativo y formar a la vez investigadores en Ecuador”. El Corcho Cordero y Patiño se sumaron a la invitación.
Ya me imaginaba esa escuela de investigadores, hackers y filtradores de información que Assange pondría en Ecuador. Con la venida de Assange, el Gobierno ya no tendría argumentos para atacar la libertad de prensa. No podrían por un lado validar su trabajo y, por otro, insultar y atacar a nuestros periodistas que investigan al Gobierno.
Pero por lo visto a Lucas, Patiño y Cordero se les chispoteó. Correa negó la invitación. Gran papelón mundial del Gobierno. Nos quedamos con las ganas de recibir a Julian, para que desde aquí revele verdades de los gobiernos del mundo, incluyendo el nuestro.
Claro que su trabajo en Ecuador se encontraría con varios inconvenientes. Si Assange filtrara información de nuestro Gobierno, seguramente el Presidente le diría lo que dijo sobre Fernando Balda cuando este difundió una grabación: “Han grabado, han espiado una reunión en el despacho del Presidente de la República. Eso es atentado a la seguridad nacional y este pobre hombre se va a ir preso…”.
Assange debe agradecer que Correa le haya quitado la invitación. No hubiera estado seguro en este país. Si aquí se insulta, desprecia y acusa a los periodistas que revelaron los negocios del hermano del Presidente con el Estado o al canal que dio a conocer los Pativideos, imaginen lo que le caería encima a Julian si revelase información desfavorable a nuestro Gobierno.
¿Qué dirían de Assange si filtrara información de diplomáticos venezolanos en lugar de gringos? Seguramente la invitación de Cancillería sería reemplazada por una enérgica condena contra este traidor y terrorista, por tener el descaro de violar la bolivariana soberanía de la hermana república de Venezuela.
Para Hillary Clinton, las filtraciones de los 250 mil documentos diplomáticos son “un ataque contra la comunidad internacional y Estados Unidos”. Exagera. Al final, los documentos revelan más chismografía social que secretos de Estado. El verdadero ataque a la comunidad internacional viene de las acciones de ciertos políticos, no de quienes los investigan. Hace bien en transparentar las relaciones internacionales y a los gobiernos. El de Estados Unidos o cualquier otro.
“Podemos ir en dos direcciones. Puede que lleguemos a un sistema en que haya una mayor fiscalización y acuerdos internacionales para suprimir la libertad de prensa o puede que vayamos a un nuevo estándar en que la gente espere y demande material que exponga más a los poderes; y un entorno comercial en que este tipo de exposición sea rentable; y un entorno legal en que esto esté protegido… Estamos en el cruce de caminos entre esos dos futuros… Con nuestras acciones de ahora determinamos el destino del entorno mediático internacional de los próximos años”, dijo Assange en una reciente entrevista con El País de España.
Hubiera sido bueno tener aquí a Julian.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)