Un mensaje a mi celular rompió mi tranquilidad este domingo. Decía “Emergencia eléctrica. Consulte los horarios de restricción. Para mayor información vea la cadena nacional hoy a las 21:00”.
Pensé que sería una cadena informativa para prepararnos mejor ante los apagones. Me equivoqué. La cadena solo continuó la cantaleta iniciada por Correa en su monólogo sabatino.
El Gobierno como siempre se lavó las manos, echó la culpa de todo a otros, y pretendió que además lo felicitemos por ser tan generosos y perfectos. Todo es culpa de la larga noche neoliberal, los socialcristianos, la partidocracia, el capitalismo, la prensa. Pero debemos estar tranquilos. El cambio ya viene, brillando con luz propia.
Yo espero que de todas las pérdidas y problemas que producen estos apagones, salga al menos algo bueno: que la gente despierte de su modorra política que le ha impedido ver la realidad de este Gobierno. Que se den cuenta que este Gobierno viene por casi tres años quejándose del pasado y jurando mejores días en el futuro, mientras nos sumerge en el peor de los presentes sin empleo, sin seguridad, y ahora hasta sin luz.
La labia correísta se gasta. Empieza a expirar. No va más. Las promesas de un futuro mejor se ahogan en la triste realidad de este presente.
Correa está a punto de cumplir tres años en el poder. Eso es mucho tiempo. Es más de lo que gobernaron Bucaram, Alarcón, Mahuad, Gutiérrez y Palacio. Y solo dos meses menos que el periodo de Noboa. Es prácticamente un periodo presidencial completo. Que no nos distraiga el hecho de que Correa “empieza” su periodo bajo la nueva Constitución. Ha tenido casi tres años, con más plata que ningún otro Presidente y sin oposición, para cumplir promesas, ejecutar obras, pasar de colocar primeras piedras, y dar resultados.
El Presidente dice que están invirtiendo como ningún otro gobierno en proyectos eléctricos que nos garantizarán energía en el mediano y largo plazo. Que hasta podremos exportar electricidad. Bien por el país si en verdad se ejecutan todos estos proyectos. ¿Y del presente quién se encarga? Con este Gobierno que planifica mucho, pero ejecuta poco, parece que las promesas de un futuro mejor son lo único cierto.
Correa dijo el sábado que “nadie esperaba un estiaje así”. Pero expertos en temas energéticos y los mismos funcionarios del Gobierno sabían que esta crisis se venía. El Gobierno tuvo suficientes advertencias como para tomar las medidas necesarias. Pero el Gobierno prefirió rezarle a San Pedro y cantar como Juan Luis Guerra que ojalá llueva café en el campo. Estaban muy distraídos empaquetando promesas en campañas publicitarias.
Correa indicó también que el bajo nivel del caudal en Paute se da por el cambio climático. Y que lo estamos sufriendo por el “nivel de vida de Estados Unidos”. Ahora resulta que a la partidocracia y la noche neoliberal, se suman los gringos como culpables de los apagones.
Ante declaraciones tan absurdas y llenas de prejuicios, me quedó más claro quiénes tienen realmente la culpa de los apagones, el desempleo y todo lo demás. Somos los ecuatorianos que insistimos en elegir a improvisados.
Tendremos finalmente luz en el país solo cuando salga tanta oscuridad de Carondelet.
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