Este caso Chauvin huele bastante mal. Pero seguramente, como con otros malos olores salidos del Gobierno estos últimos años, no pasará nada. Le darán la vuelta al asunto, encontrarán sus chivos expiatorios, nos convencerán de que nadie sabía nada de nada, y que viva la revolución ciudadana.
Correa será reelegido por la gran masa ecuatoriana que le sigue creyendo ilusamente o que simplemente no quiere votar por los gastados rostros de los otros candidatos. Si se prueba que su Gobierno es amigo de las FARC o que sus funcionarios tienen vínculos con el narcotráfico, será una manchita más que se lava con una buena dosis de detergente publicitario e insultos de los sábados.
Ya Correa, en su cadena del sábado, luego de pedirle disculpas a José Ignacio Chauvin por haber “reaccionado exageradamente motivado por el prestigio del Gobierno” y de felicitarlo por su “valentía” al haberse entregado, señaló implícitamente quién será el culpable de cualquier escándalo que se presente. ¿Adivinaron? La “prensa tremendamente corrupta”.
Pero resulta que esa prensa es la única que nos dirá las cosas como son. En la página web de la Presidencia o en el diario oficial El Telégrafo será difícil encontrar mayor información. Si no les gusta lo que dicen los periódicos los invito a visitar otras fuentes. Por ejemplo, el blog www.ecuadorsincensura.blogspot.com que señala, de forma clara y con videos bastante ilustrativos, las contradicciones de este Gobierno.
Eso de que las varias reuniones de Chauvin con el líder guerrillero Raúl Reyes hayan sido a título personal, en Colombia y sin que nada supieran sobre el campamento en Angostura es una historia difícil de comprar. Correa ya se protegió diciendo que si Chauvin se reunió con Reyes como funcionario del Gobierno en territorio ecuatoriano lo considerará traición a la patria. “No le perdonaré eso al compañero José Ignacio Chauvin, lo consideraré una traición a la revolución ciudadana.” Y con esa enérgica declaratoria quedará cerrado este tema. Vuelta a la página y que siga la fiesta.
Vendrán las elecciones. Vendrán las promesas. Vendrán los bonos, la sonrisa, los bailes y el canto. Vendrán los desayunos en el puesto de la comadre. Vendrá el político incansable que ocupa cada centímetro de la vida de los ecuatorianos. Y en poco tiempo olvidaremos quién era ese tal Chauvin.
Los ataques permanentes de Correa a la prensa dan resultados. Cualquier información que desprestigie al Gobierno será un invento de la prensa corrupta para desestabilizarlo. Así como el aumento de la delincuencia en el país era también un invento de la prensa. Así como los Pativideos eran inocentes videos caseros que no probaban nada.
“Lo más importante es la verdad y la justicia”, dijo Correa el sábado. Le tomamos la palabra. Quisiéramos creer que este Gobierno permitirá que se sepa toda la verdad y se llegue al fondo del asunto. Pero algo nos dice que sabremos las cosas a medias.
En su momento, seguramente hablarán funcionarios del Gobierno que, como ya ha sucedido, se van desilusionados y frustrados al ver que este supuesto proyecto de cambio no es más que otro proyecto personalista. Tal vez ahí descubriremos la verdad. Y la parte de la justicia, esa como siempre, tendrá que esperar.
1 comentario:
Admirado Manuel Ignacio,
Quiero agradecerte la mención en tu columna, que leo con religiosa devoción cada vez que la publicas.
Sólo espero honrar la memoria del inmortal Juan Montalvo, su espíritu luchador, crítico y despiadado contra cualquier forma de autoritarismo y abuso, desde una perspectiva liberal en defensa de los derechos ciudadanos. No cabe duda en mi corazón sobre cual sería la posición de Montalvo si estuviera físicamente vivo en nuestros días.
Quedo a tu entera disposición para lo que gustes mandar.
Recibe un caluroso abrazo montalvino.
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