¿Vieron la entrevista de Bernard a Correa? Durante más de una hora, el Presidente desahogó en una copa de vino tinto resentimientos y razones para preocuparnos por nuestro país.
El tema de los pelucones dominó la entrevista. A Correa le molesta quienes “se creen superiores al resto”. Frase que nos dice mucho sobre los complejos presidenciales. Le molesta que Samborondón tenga “autopistas con iluminación, con palmeras, parterres, todo lindísimo”. Olvida que ahí se pagan altos impuestos para construir esos parterres y atender necesidades de todo el cantón.
También le molestan las damas del voluntariado de Guayaquil: “estas damas de alta alcurnia que hacen favores a los pobres, eso nunca me ha convencido mucho”. Dudo que estén de acuerdo las miles de personas que han recibido salud, educación, trabajo y un techo gracias al voluntariado guayaquileño. A ellos no les interesa el apellido o el dinero de quien los ayuda, solo saben que ahí están donde falta el Estado.
Correa nos aclaró un poco ese desprecio. Ante la pregunta, ¿por qué Samborondón y no Cumbayá?, Correa dijo que ahí “es donde está el núcleo de la oposición a mi gobierno… Si pidieran disculpas y se quedaran calladitos después de las derrotas que han sufrido en las urnas, perfecto, pero cada vez reviven con más arrogancia”. O sea que le molesta que alguien tenga la osadía de hacerle oposición, y no inclinarse y decir ‘pegue patrón’. Según nos enseña nuestro Presidente, en democracia las minorías deben callarse y no opinar.
Pasemos a lo económico. Después de alertar a Bernard que se estaba “metiendo en terreno peligroso, recuerda que soy economista, tú eres músico”, dijo que, en Venezuela escasea la leche, “entre otras cosas, porque ha aumentado la capacidad de compra de los más pobres y aumenta la demanda”. Valiosas lecciones para nuestros estudiantes de economía: en Venezuela la escasez de leche no la ha motivado el Estado al fijar precios y meterse donde no debe, sino que los productores no han sabido responder en todo este tiempo a la alta demanda. Escuchar esto hace que no suene tan mal un músico manejando nuestra economía.
Correa repitió que si después de un año solo lo pueden acusar de peleón y confrontacional es porque algo debe estar haciendo bien. Lo que no se da cuenta el Presidente es que ese odio y personalidad conflictiva dejaron de ser un problema de forma. Ya son de fondo. Pesan más contra su gobierno y la unidad nacional que lo que imagina. Cada vez que Correa lanza una culebra por la boca, el país se resquebraja un poco más y se siembra otra semilla de conflictos sociales.
Sería bueno que Correa entendiera que todos somos parte del mismo equipo, que provocando peleas internas terminará hundiéndonos a todos y que, aunque los deteste, en los pelucones encontraría a sus mejores aliados en la tarea de invertir, generar empleo y alcanzar el progreso. Esto no es concurso de personalidad. Se trata de trabajar juntos para avanzar.
Esta entrevista fue un capítulo más de un Presidente que se niega a actuar como tal.
Por lo pronto, en lo único que seguro contará con el apoyo nacional es en su apreciación de que “María Teresa Guerrero es espectacular”.
1 comentario:
Los insultos y el resentimiento de siempre, pero me extraña de lo de María Teresa, ¿ no es el mismo Correa curuchupa que quiere prohibir los concursos de belleza o las fotos de la misma María Teresa en las portadas de Vistazo ?
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