A diferencia de oscuros tiempos pasados, el aeropuerto de Guayaquil hoy sí funciona. La concesión del aeropuerto acabó con su desastroso manejo público, tan típico de muchas “empresas” estatales para las que el término servicio al cliente es una broma.
Por eso, me sorprendió leer que para nuestro Presidente “la concesión de los aeropuertos ha sido un atraco”. No sé por dónde llevan al Presidente cuando toma el avión presidencial, pero parece que no ha visto los cambios que las concesiones aeroportuarias han logrado.
Al seguir leyendo la noticia entendí mejor las declaraciones presidenciales. Por lo visto, para este Gobierno es secundario el desarrollo que brinda un aeropuerto eficiente y lo que eso significa en ingresos por turismo, nuevas plazas de trabajo e impuestos. Lo que molesta al Presidente es que las concesiones de los aeropuertos no traen un aporte económico directo al Gobierno central. Como Jerry Maguire, este Gobierno grita desesperado “¡Show me the money!”.
El problema es que cuando se gasta sin control en subsidios, bonos, nuevos ministerios, edificios para Asamblea y ministerios, asignaciones para nuevas provincias, y otros gastos políticos improductivos, se necesita encontrar fondos por donde sea. Por eso, el Presidente ataca todo lo que tenga que ver con concesiones privadas: aeropuertos, petroleras, telefónicas, medios de comunicación, con el siempre popular argumento de que estas empresas ganan mucho dinero sin dar lo que corresponde al Estado.
Esta búsqueda apurada por más plata se ve también en los nuevos aranceles que propone el Gobierno. Con la excusa de proteger la industria local quieren imponer impuestos a productos que ni son de lujo ni producimos localmente. De algún lado tienen que salir los fondos para mantener el ritmo de gasto público. Y para esto, funciona muy bien armar todo un exagerado show con el cuento de proteger el interés nacional.
La actitud del Gobierno frente a la empresa privada solo suena a culpar, extraer, recaudar, quitar. ¿Cuándo escucharemos verbos como producir, cooperar, competir, generar? Sería tan sencillo, con la popularidad que goza el Presidente, contagiar en todos los ecuatorianos el apoyo a iniciativas y empresas privadas que generan empleo y recursos para el país. Sería tan sencillo convertirnos en un país de emprendedores con solo apuntar en esa dirección.
Pero lastimosamente para el socialismo del siglo XXI, que tanto alaba este Gobierno, palabras como empresa, negocio, competencia, utilidades son malas palabras. Es cierto que no todas las empresas privadas son unas santas que compiten limpiamente. No todas las concesiones se han dado de forma ideal. Hay abusos y negociados. Y el Gobierno hace bien en enfrentarlos. Pero hace mal al meter toda iniciativa privada en el mismo saco, creando un clima antiempresa que pone equivocadamente al Estado como única fuente de progreso. En lugar de animarnos a preguntar, ¿qué puedo hacer para salir adelante?, nos llevan a preguntar cómodamente, ¿qué va hacer el Gobierno y su Asamblea para arreglarme la vida?
Por ahora, ya vemos lo que piensan hacer: extraer del sector privado para distribuir según intereses políticos. Estaremos esperando el día en que entiendan que el progreso solo llega de la mano de la iniciativa privada, nunca contra ella.
1 comentario:
No te olvides que ahora es un "lujo" el tener celular para este gobierno.
Ya por sí la denominación de artículo de lujo al celular por lo cual se le grava un 15% del ICE (Impuesto a los Consumos Especiales) + el IVA 12% resultando en un 27% de impuestos es ridícula, pero querer incrementar un impuesto más a esta industria es aún peor.
Estos socialistas son incorregibles ahora cambiar de celular es un "lujo", la cleptocracía esta más presente que nunca de mano de Rafico Correa. Los 9 millones de usuarios del artículo de "lujo" llamado celular ahora van a tener que desembolsar un 15% adicional al querer comprar un celular nuevo.
Adivinen quien va a asumir ese costo, no señores no va a ser el importador de los equipos vamos a ser todos los ecuatorianos; no van a ser las operadoras tampoco así el precio no suba vía decreto de Rafico obviamente; entonces no le toca más a las operadoras que dañar la oferta comercial y ofrecer menos minutos en el plan o abstenerse de subsidiar el equipo.
A este seudo-empresario llamado Mauricio Dávalos no le gustaría que le pongan aranceles en los insumos para la exportación de flores. Pero claro como es uno de los tantos "empresarios" allegados al régimen a los cuales el proteccionismo estatal salvará de la disminución de sus ingresos. Así ha funcionado siempre el capitalismo de amiguetes y el robo institucionalizado llamado impuestos.
Así que a cuidar sus celulares si no quieren que el gobierno les saque aún más plata de sus bolsillos. Y seguramente seguiremos oyendo de lo caro que es el celular pero ya vemos cuanto es lo que se lleva el estado en cada llamada, SMS o equipo celular.
Publicar un comentario