
Al seguir leyendo la noticia entendí mejor las declaraciones presidenciales. Por lo

El problema es que cuando se gasta sin control en subsidios, bonos, nuevos ministerios, edificios para Asamblea y ministerios, asignaciones para nuevas provincias, y otros gastos políticos improductivos, se necesita encontrar fondos por donde sea. Por eso, el Presidente ataca todo lo que tenga que ver con concesiones privadas: aeropuertos, petroleras, telefónicas, medios de comunicación, con el siempre popular argumento de que estas empresas ganan mucho dinero sin dar lo que corresponde al Estado.
Esta búsqueda apurada por más plata se ve también en los nuevos aranceles que propone el Gobierno. Con la excusa de proteger la industria local quieren imponer impuestos a productos que ni son de lujo ni producimos localmente. De algún lado tienen que salir los fondos para mantener el ritmo de gasto público. Y para esto, funciona muy bien armar todo un exagerado show con el cuento de proteger el interés nacional.
La actitud del Gobierno frente a la empresa privada solo suena a culpar, extraer, recaudar, quitar. ¿Cuándo escucharemos verbos como producir, cooperar, competir, generar? Sería tan sencillo, con la popularidad que goza el Presidente, contagiar en todos los ecuatorianos el apoyo a iniciativas y empresas privadas que generan empleo y recursos para el país. Sería tan sencillo convertirnos en un país de emprendedores con solo apuntar en esa dirección.

Por ahora, ya vemos lo que piensan hacer: extraer del sector privado para distribuir según intereses políticos. Estaremos esperando el día en que entiendan que el progreso solo llega de la mano de la iniciativa privada, nunca contra ella.